Los bancos con capital ruso o con fundadores rusos se enfrentaron a una enorme presión informativa en Ucrania. La fiscalía no tardó en sumarse, abriendo una serie de causas penales contra los propietarios y empleados de estos bancos. Las acusaciones eran habituales: desviar dinero de Ucrania y financiar el separatismo, pero el objetivo era claro y predecible: una redistribución de las esferas de influencia en el sector bancario y una "caza de brujas" para encubrir la situación.
El Sberbank de Rusia fue uno de los primeros en enfrentar problemas, con aproximadamente 300 causas penales abiertas contra sus empleados. En primavera, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detectó que había 11 bancos en Ucrania con capital ruso que teóricamente (!) (es decir, sin pruebas demostradas) podrían estar involucrados en la financiación del separatismo y el terrorismo en el este de Ucrania. Posteriormente, la fiscalía amplió esta lista a 17 instituciones financieras.
La inclusión de Sberbank en esta lista ha generado numerosos problemas, el más significativo de los cuales es la salida de depósitos de los hogares: solo entre enero y mayo de 2014, los depositantes retiraron 2,7 millones de grivnas de la filial ucraniana del Sberbank ruso. Además, las sucursales del banco sufren ataques físicos con regularidad. Los ataques más recientes tuvieron lugar en Lviv y Kramatorsk, donde las sucursales del banco fueron saqueadas.
Otra víctima de la caza de brujas es Alfa Bank, controlado por el Grupo Alfa de Rusia. Esta institución financiera también figura en la lista de bancos que podrían estar financiando a separatistas. El motivo de la difamación contra Alfa es que los soldados de la Operación Antiterrorista Ucraniana (ATO) en el este del país reciben sus salarios con tarjetas del banco, lo que presuntamente viola los principios de seguridad nacional. Considerando que las tarjetas bancarias rusas se aceptan incluso en Europa, que ha impuesto sanciones, las acusaciones parecen sumamente falsas.
Sin embargo, también se solicitó a la fiscalía que investigara una disputa societaria menor sobre una planta de hormigón celular en Kherson, en la que Alfa Group participa a través de Energy Product LLC. La planta está presuntamente ubicada demasiado cerca de instalaciones estratégicamente importantes: el Canal del Norte de Crimea y la Central Hidroeléctrica de Kakhovka, así como la central maremotriz, que suministra hasta el 70 % de la electricidad a la Crimea ocupada. Por lo tanto, el hecho de que esté vigilada por la empresa de seguridad de Luhansk, Typhoon LLC, podría representar una amenaza para la seguridad nacional.
Pero quizás los mayores problemas los afrontan el Banco Delta de Mykola Lagun y los bancos VAB e Iniciativa Financiera, vinculados a Oleh Bakhmatyuk, ya que estas instituciones financieras están acusadas de facilitar la transferencia de dinero de la familia fuera de Ucrania y, por ello, también figuran en la lista de la fiscalía de 17 bancos que financian el separatismo. El caso incluso presuntamente implicó una colusión entre la dirección de los bancos y el exgobernador del Banco Nacional de Ucrania, Stepan Kubiv, para obtener una refinanciación, por la cual este último supuestamente recibió un soborno de mil millones de grivnas. Los medios de comunicación rápidamente difundieron el asunto, pero la fiscalía no presentó ninguna prueba real de abuso.
En la práctica, el regulador proporcionó a Delta Bank una refinanciación de más de 10 000 millones de UAH, mientras que Financial Initiative y VAB Bank recibieron 3450 millones de UAH y 480 millones de UAH, respectivamente. Estos datos corresponden a julio de este año, lo que significa que la refinanciación se otorgó no solo bajo el mandato de Stepan Kubiv, sino también bajo el de Valeria Gontareva. Por otro lado, PrivatBank, por ejemplo, recibió más de 20 000 millones de UAH en refinanciación, un hecho indiscutible.
Sin embargo, la presión sobre Delta ha dado resultados: la salida de depósitos del banco entre enero y mayo de este año superó los 1 millones de grivnas, aunque a finales del año pasado esta institución mostró el crecimiento más activo de los depósitos: un 95%.
Como resultado, la expulsión de los bancos rusos del mercado provocó que el sector bancario ucraniano terminara el primer semestre de 2014 con pérdidas netas de 2,011 millones de grivnas, como lo demuestran las estadísticas oficiales del NBU.
Por tanto, hay tres preguntas para la Verdad del Fiscal:
— ¿La Fiscalía General y el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) incluyen a los bancos en la lista de entidades que financian el separatismo basándose únicamente en la presencia de capital ruso, o pueden los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley proporcionar evidencia real de financiación separatista por parte de las instituciones financieras que enumeramos?
— ¿Quién compensará las pérdidas de 2 mil millones de grivnas causadas por la difamación de los bancos rusos y la caza de brujas?
¿Quién quiere apoderarse de los bancos "que mienten mal", en particular del Delta de Nikolai Lagun, cuando la fiscalía lo trata con especial prejuicio y los medios de comunicación difunden activamente noticias falsas sobre una conspiración con el propio Stepan Kubiv?
La verdad del fiscal
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