El fiscal es el jefe y representante legal de la Fiscalía, un funcionario con licenciatura en derecho, cuyas responsabilidades incluyen ejercer la supervisión fiscal y coordinar las actividades de lucha contra la delincuencia. ¡Qué noble profesión!
Pero como dice el dicho: ¡Toda familia tiene su oveja negra! Qué insultante debe ser para los fiscales genuinos y honestos descubrir entre sus filas a un sinvergüenza, un villano, un gusano vil y escurridizo que socava la fe en la justicia e incluso los cimientos mismos del Estado.
Probablemente todos aún recuerdan el horrible incidente del 20 de agosto de 2014, cuando se produjo un robo en la tienda Graff en pleno centro de Kiev, a pocos pasos del Maidán, que había purgado al país de ladrones. Su organizador y brillante ejecución fue el fiscal superior del distrito de Pechersk, un tal Pavel Kozlov, junto con sus cómplices de la policía del distrito. Para mérito de la Fiscalía General, los sospechosos que no lograron escapar y se escabulleron como cucarachas por las grietas fueron arrestados y se les inició un proceso penal.

Pavel Kozlov, el "famoso" fiscal
Kozlov, obviamente disfrutando de la protección de sus superiores, no se escondió y actuó con desdén tras su arresto, amenazando abiertamente con delatar a sus clientes si no lo liberaban de inmediato. Sin embargo, se limitó a reírse de la oferta de entregar voluntariamente el botín. Cuando las puertas del centro de detención preventiva se cerraron de golpe tras él, su actitud cambió drásticamente, no hacia el remordimiento, sino hacia una sed de venganza contra los empleados y los dueños de la tienda.
El tribunal de primera instancia ordenó la libertad de Kozlov bajo fianza de 5.000.000 de grivnas. Sin embargo, los partidarios del fiscal, temiendo que supiera demasiado, lograron reducir la fianza a 340.000 grivnas, lo que le dio la oportunidad de fugarse o, muy posiblemente, silenciarlo para siempre.
Este caso podría haberse convertido en un ejemplo de la capacidad del actual gobierno para autodepurarse, pero a medida que se desarrolla, se hace evidente que el Maidan no ha cambiado nada, solo ha agitado y sacado a la superficie toda la escoria más baja, en la que se ha vuelto mucho más fácil "pescar", robar y matar.
Carretera
Suscríbete a nuestros canales en Telegrama, Facebook, Twitter, VC —Solo caras nuevas de la sección CRIPTA!